Microsoft mueve ficha en un mercado que poco tiene que ver a priori con el desarrollo de software o servicios en la nube. La multinacional acaba de anunciar una “alianza estratégica” con el fabricante de paneles solares Qcells en EEUU para garantizarse el suministro de energías renovables, con las que se ha comprometido a operar al 100% ya en 2025. El pacto apunta más allá de una simple operación de compra: avanza que Microsoft ayudará a Qcells a fijar una cadena de suministro.
La alianza entre Qcells y Microsoft prevé el abastecimiento de más de 2,5 gigavatios (GW) de paneles solares y servicios relacionados, lo que equivale —precisan ambas compañías— al suministro de más de 400.000 hogares.
“Qcells trabajará con Microsoft para desarrollar proyectos solares, así como proporcionar paneles y servicios de ingeniería, adquisición y construcción —EPC, por sus siglas en inglés— a proyectos seleccionados que Microsoft ha contratado a través de acuerdos de compra de energía (PPA)”, constatan las dos empresas a través de un comunicado conjunto lanzado este mismo viernes.
Un pacto con trasfondo
El acuerdo está en sintonía con los compromisos que ha ido adquiriendo Microsoft, que se ha marcado el objetivo de cubrir la totalidad de su consumo eléctrico con energías renovables ya en 2025 y alcanzar la meta del “carbono negativo” —eliminar más CO2 del que emite— en 2030. Según precisa, con el acuerdo con Qcells espera “traer más energía renovable” a la red.
“Nos esforzamos por construir y ofrecer soluciones de energía limpia, incluidas las fábricas en EEUU. Esta asociación con Microsoft ayudará a lograr esta visión”, explica Justin Lee, directivo de Qcells: “Este primer paso es solo el comienzo de una gran asociación que no solo respalda a nuestras dos empresas, sino que ayuda a brindar un futuro de energía limpia para los clientes y las comunidades”.
“Construir una cadena de suministro de energía solar resiliente es esencial para avanzar en una economía global de energía verde. La asociación de Microsoft con Qcells ayudará a hacer eralidad esta visión al llevar la innovación e inversión a las zonas rurales de Georgia”, reivindica Brad Smith, presidente de Microsoft.
Qcells, propiedad de Hanwha Solutions, con sede en Seúl, ha anunciado ya sus planes para invertir más de 2.500 millones de dólares en la construcción de “una cadena de suministro solar completa” en EEUU, además de inaugurar a lo largo del primer trimestre de 2023 su nueva instalación en Georgia, en la que fabricará 3,3 GW en paneles solares, obleas y células. En total espera alcanzar una capacidad total de producción con paneles de 8,4 GW en el estado para 2024.
Más allá del cruce de declaraciones o incluso la potencia que contempla el acuerdo, el movimiento es interesante por varios motivos. Uno de ellos —en el que inciden ambas firmas— es que deja un hito en el suministro de renovables. “Es la primera vez que una empresa que adquiere energía trabaja de manera directa con un proveedor de energía solar para adoptar energía limpia a gran escala”, zanjan.
Otra de las grandes claves es el movimiento que representa para el propia multinacional de Satya Nadella. Por las cifras. Y por el fondo. Su adquisición acumulada de energías renovables hasta la fecha —precisa Axios— ronda los 13,5 GW y el acuerdo con Qcells equivaldrá a cerca de la mitad de los GW renovables que la multinacional adquirió de todas sus fuentes a nivel global el año pasado.
“Comenzamos a pensar que realmente tiene sentido para nosotros ir más allá y trabajar más de cerca y en colaboración con los proveedores de paneles solares… porque nos ayuda a tener cierto control y certeza y hace lo mismo para nuestros proveedores también”, explica Axios Brian Janous, directivo de Microsoft.
Según las cifras de Solar Energy Industries Association (SEIA), la multinacional es uno de los grandes usuarios corporativos de la energía solar en los Estados Unidos, junto a otras grandes tecnológicas, como Meta, Amazon o Apple.
Otra clave del contexto es el deseo de EEUU de reducir su dependencia de China e impulsar la industria solar estadounidense, incluida la fabricación nacional “made in USA”, uno de los objetivos de la Ley de Reducción de la Inflación.
Fuente: Xataka